Nos subimos al auto y salimos en dirección a la Ronda del litoral, haciendo una ruta parecida a la del día anterior hacia el Camp Nou. Nos dirigíamos hacia el Parc del Laberint d'Horta, un parque que está fuera del circuito turístico convencional pero que nos atrajo mucho según los comentarios que escuchamos y leímos. Además de tenerlo en los planes desde que salimos de Tucumán le consultamos a un amigo del catalán quien nos confirmó que si valía la pena la visita.
Ubicacion de Parc del Laberint d'Horta |
Pasamos por un velódromo y estacionamos justo en frente al parque e ingresamos al predio, en la parte delantera del parque no se paga entrada, hay un kiosko que vende comidas y bebidas. Vimos alguna gente sentada o acostada en el pasto leyendo algún libro o hablando entre ellos mientras algunos niños jugaban con una pelota. Fuimos a la taquilla y compramos los tickets para acceder donde está el laberinto, costaba unos 2,30 Euros cada uno y no aceptaban tarjeta, solo efectivo.
Plano de Parc del Laberint d'Horta |
Por una cuestión de preservación, la cantidad de visitantes simultáneos está limitada a 750 personas.
Solo pueden ingresar 750 visitantes |
Apenas entramos nos encontramos con el palacio "Desvalls", que es el apellido de los antiguos dueños.
Palacio Desvalls |
Es magnánimo el contraste entre el bullicio de la ciudad y la tranquilidad de este lugar. Es como llegar a otra galaxia.
Espectacular la higiene del lugar. En cada pasillo, pared, columna o fuente se pueden observar detalles artísticos.
Mucha mitología esparcida por el parque. Y sobre todo mucha vegetación.
Caminamos entre los pasillos y llegamos al laberinto. Había unos niños orientales que se la pasaron corriendo de un lado al otro del laberinto. Se los veía muy divertidos.
En la entrada al laberinto propiamente dicha hay de un relieve de Ariadna y Teseo en donde se puede leer:
Entra, saldrás sin rodeo,
el laberinto es sencillo,
no es menester el ovillo
que dio Ariadna a Teseo
Laberinto |
Yo me quedé fuera del laberinto y saqué la panorámica de arriba, entre otras, mientras K fue adentrandose al laberinto. Pasaron poco más de 5 minutos y de K ni señales. Le grité preguntando si seguía con vida y me contestó algo así como "No puedo pasar de la primera fila...". Sin un ovillo acudí al rescate de mi esposa. Fuimos por un lado, por el otro, y volvimos a ir y volvimos a volver. Los pendejos orientales nos pasaban al lado una y otra vez correteando hasta que por fin llegamos al centro.
En el centro del laberinto hay una estatua con la figura de Eros y varias salidas en diferentes direcciones. Una vez que encontramos la salida del laberinto nos topamos con una especie de estanque y hacia un lado un cartel con el mensaje: Gruta d'Eco I Narcís
De un ardiente frenesí
Eco y Narciso abrazados,
fallecen enamorados,
ella de él y él de sí
K comenzó a quejarse de una manera preocupante de su dolor en la rodilla pero aún así continuamos recorriendo el parque. Estuvimos recorriendolo una hora más y regresamos a la entrada.
Se había nublado abruptamente y daba la impresión que se largaba la lluvia en cualquier momento. Fuimos en búsca del auto ya que teníamos planificada la visita a otro lugar.
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