Esta rambla tiene menos glamour y por sobre todo turistas que las ramblas del centro pero estaba bien. Había algún que otro hotel y algún café con las sillas sobre la peatonal.
Fue grata la sorpresa de encontrarnos la mayoría de las señales de tráfico "editadas" de manera ocurrente.
Compramos algo de fruta en una verdulería y después encontramos un "chino"(Todo por $2) para comprar los recuerdos.
Como el auto no tiene puerto USB para poner música pero si un lector de CD mp3 se me ocurrió comprar unos discos vírgenes y grabarle algo de música que tengo en la notebook. En ninguno de los chinos que encontramos sobre la rambla tenían cds vírgenes.
Una vez comprados los recuerdos regresamos a casa de Damiá, le entregamos las llaves a Carlota(La hermana del Catalán), subimos el equipaje en el coche, programamos el GPS con nuestro próximo destino, esta vez si encontró algún puto satélite parece.
Nos despedimos del Poblenou primero y de la ciudad de Barcelona después.
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